sábado, 24 de noviembre de 2012

DISTINTOS GRADOS DE REIKI

La práctica de Reiki tiene cuatro grados o niveles, de acuerdo con las diferentes iniciaciones





EL PRIMER GRADO
El Primer grado abre los canales de la energía y permite al alumno iniciado transmitir energía a nivel del cuerpo físico, para sí mismo y para otros. El Alumno recibe una iniciación y un simbolo de Reiki y aprende las posiciones de las manos para la curación. Después de la iniciación, el alumno puede notar ya la energía sutil fluyendo por sus manos, como una sensación agradable y curativa.
Este nivel está abierto a todo el mundo, ya que la Energía Universal reside en todos y puede ser canalizada por todo el mundo. No requiere ninguna preparación previa. Se suele impartir en un sólo día. Las iniciaciones son un proceso de purificación y sintonización de la energía individual con la Energía Universal. Se levantan bloqueos energéticos, proporcionando el equilibrio y la armonización de los centros energéticos (chakras). A través de la iniciación, se van abriendo los canales energéticos, otorgando así la capacidad de transmitir la energía a través suyo y de sus manos. Cuanto más se utilice, más se amplifica el canal

EL SEGUNDO GRADO
En el segundo grado el alumno recibe tres de los símbolos de Reiki, que son las llaves para que la Fuerza Vital actúe en una dimensión más profunda y más amplia. Así logra la capacidad de transmitir energía sanadora a un nivel mental y emocional, e incluso de ofrecerla a distancia. La energía aumenta de vibración abriéndonos así a niveles más sutiles de conciencia

El segundo grado requiere haberse iniciado anteriormente en el Primer Grado y tener la energía fluyendo armoniosamente
Los símbolos ancestrales otorgados en este nivel, permiten intervenir sobre la parte causal de la enfermedad física. Que se encuentran en los niveles emocionales o espirituales. El maestro Osho decía que " Estar enfermo significa estar desconectado del Todo"
El segundo nivel permite ayudar al paciente a volver a reconectarse con su alma, trabajando a un nivel mental, en presencia física de la persona o a distancia, no importa donde se encuentra el receptor


EL TERCER GRADO

El tercer grado en su primera fase, activa el símbolo Maestro de la maestría del Doctor Usui, que amplía la conexión con la Luz y la Fuerza Universal y nos permite trabajar con la consciencia. En la segunda fase, permite la transmisión de la enseñanza y la iniciación de otras personas en el Sistema Usui de Reiki, además de enseñar una serie de técnicas de Reiki Tradicional Japonés para tratamiento y crecimiento personal
La persona que quiere acceder a éste nivel de Reiki, llamado Maestría, decide aceptar más responsabilidad en su propia vida, reconociendo que uno es realmente el mestro de su destino, y conectando directamente con el Poder Superior o DIOS. La iniciación en el tercer grado, da el poder y la responsabilidad de utilizar una técnica japonesa de sanación, para ayudar a otros a que reconozcan su verdadera esencia, y llevar así este conocimiento a su vida práctica

MAESTRÍA


MAESTRO REIKI (Sensei) implica un GRAN CRECIMIENTO personal en todos los niveles. Con ella, el maestro asume la RESPONSABILIDAD y la OBLIGACIÓN de transmitir el Reiki.



Marga y Rafaél


























jueves, 22 de noviembre de 2012

¿QUE ES EL REIKI?


Reiki es un sistema de armonización natural que utiliza la Energía Vital Universal, la cual permite tratar enfermedades y desequilibrios físicos y mentales. Mikao Usui, (monje budista japonés) fue quien desarrolló el Reiki durante un retiro espiritual a mediados del siglo XIX, aunque él siempre afirmó que únicamente "redescubrió" una técnica de sanación milenaria que ya existía pero que llevaba mucho tiempo olvidada.

La práctica del Reiki se basa en un emisor que, a través de sus manos transmite Reiki (energía vital) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el espacio-tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades. No obstante, dado que Reiki es una energía universal los tratamientos también pueden dirigirse a otros seres vivos como animales, plantas o situaciones.

Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, es práctica, segura, eficiente y compatible con cualquier otro tipo de terapia.
El método Reiki se basa en la creencia hinduista de que el correcto fluir de la Energía Vital a través de los distintos chakras es lo que asegura un buen estado de salud en el organismo. Según esta creencia, el mal funcionamiento o bloqueo de la energía en uno o varios chakras sería lo que provoca o agrava el mal estado de salud, dando lugar a enfermedades y trastornos. El método consiste en dirigir la energía Reiki a los chakras de un enfermo (receptor), desbloqueándolos y potenciando el proceso de recuperación del receptor.
El Reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede utilizar de forma complementaria.
El Reiki llega mucho más allá del cuerpo físico. Resulta eficaz en multitud de molestias y trastornos tanto físicos como psicológicos, como la ansiedad, el estrés, el insomnio, la artritis, las jaquecas, los problemas gástricos y también actúa como sanador de bloqueos emocionales profundos
Es una energía preventiva y curativa. Ayuda en las terapias de desintoxicación, reduce los efectos secundarios de todo tipo de tratamientos, incluyendo la quimioterapia, por ejemplo. Acelera los tiempos de recuperación y mejora el estado general de personas sanas o enfermas, ya que equilibra las energías, libera las emociones, desarrolla la conciencia, aumenta la creatividad y eleva la energía vital


¿COMO NACIO EL REIKI?

En este mundo de escepticismo del siglo XIX, nació en Japón un bebé de nombre Mikao Usui [15 de agosto de 1865], un niño destinado a convertirse en un erudito y filósofo así como también en un profundo curador. Educado por misioneros, se convirtió en cristiano y ascendió a una posición de eminencia como director de una escuela cristiana para niños en Kyoto. En su doble papel de Ministro y Director trabajó entre sus estudiantes hasta que una mañana fue consultado amablemente durante el servicio parroquial por varios estudiantes avanzados, quienes le preguntaron si creía en la Biblia, si creía literalmente. Cuando el Dr. Usui les respondió que sí, los estudiantes desearon que les demostrara su creencia ejecutando un milagro, como aquellos que había obrado Jesús. Como el Dr. Usui fue incapaz de realizar esto, sus estudiantes, declararon que su fe era ciega e insuficiente para reforzar la de ellos mismos, ya que necesitaban algo más que una fe ciega para poder creer.


El Dr. Usui se sintió golpeado por la enormidad de este cuestionamiento y les pidió a los jóvenes que no perdieran su fe. Declaró su intención de renunciar inmediatamente a su posición y viajar a un país cristiano occidental donde pudiera aprender cómo realizar estos milagros de Jesús, y retornar a Kyoto para dar una prueba literal de sus creencias.

Su destino fue Norteamérica donde se inscribió en una universidad de Chicago para estudiar más profundamente las escrituras cristianas. Su interés se centró en los milagros curativos, y cuando se evidenció que no podría aprender de sus estudios cómo curó Jesús, comenzó a explorar en las sagradas escrituras de otras grandes religiones del mundo. Finalmente se concentró en las escrituras budistas, habiendo aprendido que Buda y sus primeros discípulos habían practicado la curación. Intuitivamente sintió que la respuesta que buscaba la encontraría en esta tradición.

Luego de siete años en América, el Dr. Usui regresó a Kyoto donde podría estudiar más a fondo los Sutras budistas. Allí visitó muchos templos y monasterios, hablando con los monjes sobre la curación. Estaban de acuerdo en que Buda había curado: sin embargo, esta práctica se había dejado de usar en el budismo, dedicándose los monjes a la salud espiritual y dejando a los doctores la curación física.


En el transcurso de su búsqueda el Dr. Usui encontró un abate zen, quien lo invitó a permanecer en su monasterio mientras proseguía sus estudios. El Dr. Usui aceptó la invitación y durante muchos años convivió con estos monjes. Primero estudió las escrituras en japonés, y no encontrando lo que buscaba, pensó que se había perdido mucho en las traducciones. Como el budismo había llegado a Japón desde China, entonces aprendió chino y leyó los Sutras en esta lengua. Sabía que estaba cerca, pero aun así no encontraba lo que deseaba. Otra vez, puso en duda la traducción, y decidió aprender sánscrito porque el budismo había salido originalmente de India. Se convirtió en un maestro de sánscrito, y fue en esta lengua donde finalmente encontró lo que estaba buscando. ¡Los secretos de la curación eran suyos! Había encontrado los símbolos; sin embargo, no sabía qué hacer con ellos ni cómo utilizarlos.




Sin querer aceptar ésta como una respuesta final, decidió retirarse a una montaña [Kurama] considerada sagrada por los monjes en las afueras de Kyoto, para ayunar y meditar durante tres semanas con la expectativa de que le sería mostrado el significado de lo que había hallado. Discutió su Iniciativa con el abate, y le pidió que si no regresaba al día veintiuno enviara unos monjes a recoger sus huesos. Su intención era no regresar sin una respuesta.

El Dr. Usui caminó hasta esta montaña, unos diez kilómetros fuera de la ciudad, y encontró un lugar tranquilo cerca de una corriente de agua donde se sentó a meditar, permitiéndose únicamente beber agua durante su prolongado ayuno. Para llevar cuenta de los días depositó a su lado veintiuna piedrecillas, las que fue descartando hasta quedar una sola.

De este modo, en la mañana del último día se sentó en la oscuridad que precede al amanecer, mirando hacia el firmamento donde vio una luz distante en el cielo negro. Mientras observaba, la luz comenzó a ser más brillante y a acercarse rápidamente. A gran velocidad, cada vez más cerca, más cerca y se dio cuenta de que si continuaba sentado allí la luz lo golpearía. Su primer impulso fue apartarse, luego pensó en todos esos años en los que había estado investigando; entonces se sentó inmóvil, dispuesto a permitirse esta experiencia. La luz lo golpeó en la frente y perdió la conciencia.

Cuando volvió en sí el sol estaba alto, brillando en todo su esplendor, y supo que habían pasado varias horas; sin embargo, tenía un recuerdo completo de lo que había pasado durante ese período de tiempo. Cuando la luz lo golpeó, reconoció colores bellísimos, todos los matices del arco iris: seguidamente apareció una intensa luz blanca, después de la cual grandes burbujas transparentes aparecieron ante sus ojos. Cada una de ellas contenía uno de los símbolos que él había encontrado en las escrituras sánscritas. A medida que cada burbuja entraba en su campo visual se le daba la instrucción para utilizar el símbolo correspondiente. Tan pronto como fijaba la información en la memoria, la burbuja se desplazaba y otra la reemplazaba con un símbolo diferente. De este modo se entregó al Dr. Usui la enseñanza completa sobre los significados de los símbolos. Ahora poseía los secretos que tanto había buscado, supo que ésta era la Energía Vital Universal que él llamó “Reiki”, y de esta forma nació el Sistema Usui de Curación Natural.

Lleno de energía y ansioso de regresar a Kyoto, el Dr. Usui salió de su larga meditación y bajó de la montaña: al caminar rápidamente se lastimó el talón por lo que inmediatamente puso en práctica lo que había aprendido. Mientras se tomaba el pie sintió una curación instantánea y recibió la primera comprobación de que las visiones que había tenido eran verdaderas. [...]


¿QUE NOS APORTA EL REIKI?


La falta de salud no se muestra sólo en nuestro nivel físico (enfermedades); también se refleja en el nivel emocional, mental y espiritual.
Reiki alivia los dolores físicos pero considera a la persona de forma global en los cuerpos físico, emocional, mental y espiritual, de manera que, no solamente se dirige a suprimir la patología, sino también a recuperar el estado natural de equilibrio que produce bienestar y felicidad. Esto resulta esencialmente importante para poder lograr un cambio en el interior y en el entorno más inmediato. El Reiki nos ayuda a afrontar la vida con mayor equilibrio.
El Reiki, más que tratar enfermedades específicas, consigue un equilibrio completo a través de la Energía Universal. De esta forma, el mismo paciente "toma las riendas" de su propia sanación.





MaRgA y RaFaeL



martes, 20 de noviembre de 2012


BIENVENID@S A MI BLOG



Bienvenidos a MI BLOG , aquí podreis publicar y comentar siempre que querais...........Gracias por uniros 
Espero que os guste.
Un beso

MaRgA